The first generation of ecomuseums
moved between utopia and nostalgia
(Hubert. F, 1997).
Según la Real Academia de la Lengua
Española la utopía proviene del
griego οὐ, no y τόπος, lugar: lugar que no existe. Hace
referencia a un plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como
irrealizable en el momento de su formulación.
Por paradójico que parezca la utopía ha
sido, y es, una de las máximas de la filosofía de los ecomuseos y de la Nueva
Museología. La seña de identidad que hace que la Museología Social se mantenga
viva. Pero ¿Cómo se entiende y cómo se defiende una utopía, un imposible?.
Todo proceso de acción comunitaria para la
Nueva Museología se basa en un esquema circular con tres fases claramente
diferenciadas: Interpretación, creación y retroalimentación (Rivard, 1987;
Mayrand, 2009). La primera etapa es la fase de concienciación y movilización de
la comunidad. En esta fase el museólogo es el que actúa como asesor, como
instigador de la comunidad para que comiencen la planificación de acciones que
lleven a un conocimiento de sí misma: inventario de recursos, situación
socioeconómica, intereses, etc. (Varine-Bohan, 1991). La segunda fase,
creación, es el momento en el que se consensuan los diferentes proyectos y
comienza a ejecutarse el proceso comunitario. exposiciones, talleres de empleo,
puesta en valor del patrimonio, recuperación territorial. Todo, marcado por
unos objetivos que han sido previamente consensuados democráticamente por los
diferentes agentes de la comunidad y por los individuos de la misma. Entre esta
fase y la siguiente, retroalimentación, el (los) museólogo(s) cumplen la
función de formadores de diferentes individuos de la comunidad para que puedan
planificar, ejecutar y gestionar los diferentes proyectos, tanto en el momento
como para el futuro. se trata de que la población sea autosuficiente y pueda
autogestionarse.
La etapa de retroalimentación es en la que
la comunidad debe valorar las acciones que se han llevado a cabo y plantear los
restos del futuro, las siguientes necesidades del territorio y de la población.
Es aquí donde se encuentra la necesidad de «utopía», la idea de que un proyecto
no está acabado, la sociedad evoluciona y el proyecto debe evolucionar con
ella, siendo la herramienta de transformación.
Landscape of York
El (excesivo) desarrollo museológico y museográfico
que han tenido países como España a nivel local nos lleva a preguntarnos: «¿Continúan
siendo utópicos los modelos museográficos que se inspiren en algunas de las
ideas clave de la Nueva Museología?» (García Hermosilla, 2008: 78) ¿Será el
momento de eliminar la utopía? ¿O será el momento e cambiar de sitio el camino
de la utopía? Preguntas que rondan en estos momentos mis pensamientos y que se
encaminan a descifrar y dilapidar (si es necesario) uno de los pilares en los
que se sustenta la ecomuseología. La utopía con el tiempo parece que se ha
vuelto una solución y, al mismo tiempo, un problema. Por una parte, es la
solución para crear un proyecto de acción y desarrollo comunitario con la
ecuación de la Nueva Museología: Territorio + Patrimonio (natural y cultural) +
participación (comunidad). Por otro lado, y a la larga, este programa
horizontal de desarrollo cultural, social y económico comunitario entra en
recesión y en el momento de la retroalimentación el desánimo por una vuelta a
comenzar algo que parece finalizado, como un museo tradicional, hace que la
idea de utopía desaparezca.
Pero en realidad si un proyecto de
desarrollo comunitario, desde la perspectiva de la Museología Social, quiere
continuar su andadura debe dejar atrás títulos, nombres y rótulos (ecomuseo,
museo comunitario, museo de barrio), y trabajar con la idea esta idea de utopía.
En cierta forma los museólogos, los consultores y dinamizadores sociales se
asemejan a una especie de Sísifo que debe subir, una y otra vez, la piedra ¾utopía¾ a lo
alto de la colina. La cuestión está, entonces, en ¿Cómo hacer una utopía
sostenible? ¿cómo hacer una utopía sustentable? Quizá la solución radique en
subir la piedra cada vez por un sendero y de una forma diferente.
Óscar Navajas Corral
PhD. Museology.
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